Catherine también visitó Laos. Allí aprovechó la tranquilidad de su gente para relajarse un poco del ajetreo de países superpoblados como China o Vietnam.
Y el tiempo de Laos involucra una cantidad de variables impensadas: la hora en que el cocinero se despierta, cuando "el dueño vuelva" o "cuando tengamos ganas". Es por eso que Catherine, para poder viajar a Pakse, tuvo que esperar más de cuatro horas en la estación de Savannakhet, ya que nadie sabía decirle exactamente cuando saldría el colectivo. Las respuestas que recibió fueron tantas como preguntas hizo: "tres y media", "cuatro", "cuatro y media", "no lo sé", "preguntale al de allá".
Así que Catherine entró y salió varias veces del colectivo, les sacó fotos a los tuk-tuk y a los gatos laosianos de rabito cortado. Aprovechó, como no podía ser de otra manera, para hacer algo de meditación "al ritmo de Laos" y así sentir menos el calor agobiante del mediodía.
Que bonito es Laos y en especial Savannakhet con tantas cosas que ver en Savannakhet
ResponderEliminarUn saludo
Vietnamitas en Madrid