miércoles, 14 de noviembre de 2012
Aunque Hong Kong le gusta mucho, Catherine se cansó de tanto ruido, de tanto ajetreo, de tanta gente hormigueando por todas partes. Por eso, tomó un ferry para ir a la estatua del Buda Gigante, en una de las islas de la ciudad.
Catherine es chiquita, pero aun así pudo subir los 268 escalones que separan al gran Buda de la base de la montaña. Los 35 grados de temperatura no mermaron su valentía.
Catherine viajó a la china Shenzhen, ciudad modernísima plagada de rascacielos y calles anchas. Aquí nos quiere ofrecer una imagen que tomó desde la ventana del hotel donde se alojaba.
Pero si en la primera foto, ella quedó detrás para permitirles a sus lectores apreciar la moderna arquitectura del sur de China, en la segunda se puso en primer plano, para que todos pudiéramos contemplar su belleza.
A la tarde salió a caminar un rato, acaso sin darse cuenta de que pasó por el frente de uno de los comités del Partido Comunista. Tampoco se dio cuenta (ella es muy coqueta) de que todo el ajetreo del viaje la había dejado un poco despeinada.
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